sábado, diciembre 08, 2012

Hoy es uno de esos días...
Esos días que te hacen tambalear la estantería.
Esos días donde uno siente que la soledad está más recalcitrante que nunca...
Donde el trabajo diario para mantenerse armónico tiene su día de exámen.
Donde la realidad mundana y pasajera, nos suena persistente y dispuesta a quedarse unos días de vacaciones en nuestro pequeño espacio personal.

La vista se nubla, el cuerpo se cansa, la mente nos tienta para el desaliento.

Y, a pesar de todo, vislumbro esperanza... calma. Aunque todo parezca arremolinado intento ver ese punto que encuentro cuando hago equilibrio, ese punto en el entrecejo cuando medito... siempre está quieto, en paz, en sincronía total con el universo. Allí donde nada puede entrar, donde reside la fuerza... todavía me aferro a él como se aferran al mástil en la tormenta.

No hay comentarios.: